Tras la sentencia del Tribunal de Justica Europeo y la reforma del artículo 34 del Estatuto de los Trabajadores de 2019, en España es obligatorio el registro de la jornada laboral de todas las personas trabajadoras.

Las empresas tienen que garantizar el registro diario de jornada, que deberá incluir el horario concreto de inicio y finalización de la jornada de trabajo, y conservar los registros durante cuatro años, tiempo durante el cual permanecerán a disposición de las personas trabajadoras, de sus representantes legales y de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social.

Con un Real Decreto, cuyos detalles aún no se han concretado, se esperan nuevos cambios. Estos podrían incluir definiciones más claras del tiempo de trabajo, la exigencia de sistemas electrónicos con verificación de identidad y trazabilidad y normas estrictas sobre modificaciones y clasificación de las horas extra. Un objetivo importante es el derecho a la desconexión, que garantiza que no se contacte con el personal fuera de su horario laboral registrado.